Entrevista a Carlota (No es nada personal)

Bueno, esta entrada del blog va a ser algo diferente. Queremos compartir con todos el punto de vista y la visión sobre los viajes y la vida de Carlota. Ella es ingeniera de profesión, feminista por convicción y amante de los viajes. Especialmente de los viajes a Marruecos. Hace ya algunos años inició un blog http://notelotomescomoalgopersonal.blogspot.com.es/ y una página de Facebook https://www.facebook.com/notelotomescomoalgopersonal/ dónde escribe acerca de feminismo, el Magreb, viajes y más. ¡Os animamos a entrar en su página! Como mujer, puedes sentirte identificada en cada una de sus publicaciones y, como hombre, puedes aprender muchísimo sobre feminismo. La información, las lecturas sobre feminismo, etc. son la base para el proceso de des-aprendizaje de nuestra educación machista (la de todas y todos), y el inicio de un proceso de re-educación en valores de igualdad.

Carlota Dubai

Hemos podido charlar con ella, y ¡aquí os dejamos la entrevista!

Para la gente que no te conoce, ¿Podrías contar cómo acabaste viviendo en Marruecos y cuáles han sido tus experiencias en los muchos viajes que has realizado al país?

Acababa de terminar la carrera y vivía en Londres. Una noche, trabajando como niñera en una casa del barrio en el que residía, recibí una de esas señales que a veces te da la vida http://notelotomescomoalgopersonal.blogspot.nl/2016/09/y-para-que-estas-en-inglaterra.html) y esa misma madrugada, a través de una página web, contacté con una familia marroquí que buscaba a una chica española para que sus hijos aprendieran castellano. Les gusté, me gustaron y en cuestión de días estaba cenando harira en Rabat.

– Ante todos los comentarios sobre lo duro/difícil que iba a ser ir a vivir a Marruecos, especialmente siendo mujer, en un país tan machista… (como si el resto de países, incluyendo el nuestro no lo fuera), ¿qué sentiste?

Aburrimiento. Es agotador que la gente que no ha estado en determinados países te explique a ti, que sí has estado, cómo es la vida allí. Cuando me fui a vivir a Marruecos era muy joven, pero ya había visitado el Magreb en varias ocasiones. Es verdad que no es lo mismo vivir en un país que visitarlo unos días, pero yo sabía lo que me iba a encontrar así que no hice caso a quienes sólo hablan de oídas.

– Tras todas tus experiencias en el país, y sabiendo el miedo que nos provoca a todos lo desconocido, ¿cómo animarías a la gente a que viajara a Marruecos?

Marruecos es una bomba para los sentidos y la tenemos al lado de casa. Tengo la inmensa suerte de ir metiendo cada año varios países en mi mochila y aunque algunos, como Irán, me han cautivado, ninguno me ha sacudido tanto como Marruecos. No sabría bien explicar porqué, pero la sensación de estar en casa y a la vez tan lejos engancha mucho.

Carlota Rabat

– Has viajado con amigos y creo que sola también. ¿Recomendarías esta experiencia? ¿Has sentido que `para hacerlo tenías más dificultades por el hecho de ser mujer?

¡Sin duda! Suena un poco raro en el mundo en el que vivimos pero, por mi forma de entender los viajes, hay lugares a los que prefiero viajar sólo con mujeres. Es cierto que en Marruecos, por ejemplo, viajar con compañía masculina (especialmente si son locales), evita en gran medida que tengas que aguantar a muchos de esos machirulos que se creen con el derecho a incomodarte con sus palabras o con sus gestos (independientemente de tu indumentaria, nacionalidad, religión…), pero hay muchísimas situaciones, especialmente con mujeres y familias marroquíes, a las que es mucho más fácil llegar si eres mujer.

 

– Para las que nos definimos como feministas, hay un momento en el que «se te cae la venda» y empiezas a ver la realidad con las gafas moradas. ¿Cuál fue tu momento?¿Fue entonces cuando empezaste a escribir el blog?

No fue un momento puntual sino un proceso. Una evolución. Un aprendizaje continuo que ya empezó hace años. Salir de casa fue vital para empezar a entender el mundo en el que vivio. Y con ‘casa’ no me refiero a mi ciudad. Ni siquiera a mi país. Me refiero a salir de Europa. Antes de viajar al Magreb y a Oriente ya había estado varias veces en los países más populares de Europa (Italia, Portugal, Francia, Bélgica, Alemania, Inglaterra, Holanda…) y, aunque disfruté mucho de cada viaje, ninguno me hizo replantearme nada. Ninguna experiencia me cambió la vida. Ninguna anécdota consiguió cambiarme el chip. Sin embargo, cumplir 19 años en Marruecos fue bestial. Era una cría y convivir con personas con una religión y una educación diferentes a la mía me hizo plantearme cómo era la que yo había recibido. Ver cómo otras mujeres viven la presión social me hizo pararme en pensar en cómo la vivimos nosotras. Comprobar cómo el patriarcado lo abarca todo allí me ayudó a ver cómo lo abarca en mi país. La distancia es esecial, no sólo para ver tu propia realidad desde otra perspectiva y poder ser así más crítica con ella, sino también para aprender a valorar lo que uno tiene en casa.

 

– Es cierto que viajar te hace abrir la mente, ser más tolerante y poder entender mejor otras realidades. Tras tus viajes a países musulmanes, ¿cuál es tu visión sobre estos, ha cambiado respecto a la que tenías antes de conocerlos? Además, ¿Cómo has visto el papel de la mujer en dicha sociedad? ¿y la actitud de las mujeres que has conocido en el camino?

Todos son machistas, sean de mayoría musulmana o no, pero hay grados y grados. Hay una obsesión generalizada con señalar sólo el machismo de países en los que la mayoría de su población reza a Allah (sin haberse parado antes a señalar el que tienen en casa), pero para mí India se lleva la palma. Es puro patriarcado elevado a la máxima potencia.

En todos ellos, como en el mío, aunque hay millones de mujeres librando pequeñas y grandes batallas diarias para luchar por lo que les pertenece, todavía hay demasiada sumisión. No tanto al marido, como se suele decir, aunque muchísimas de ellas ni siquiera estén casadas, sino al sistema patriarcal. A todo lo que eso significa.

Carlota Desierto de Omán

– Hablando sobre nuestra sociedad, ¿cómo ves que puede seguir expandiéndose y avanzando el feminismo?

Es cierto que cada vez somos más las mujeres que nos sumamos a la lucha feminista, pero también nos encontramos con otras mujeres que dicen «yo ni machista ni feminista» o que no se quieren describir como feministas. Parece que la palabra tiene una carga negativa. ¿Cómo podemos cambiar este punto? ¿Qué puede ser que hayamos hecho mal para que el término no se entienda?

Hablando, hablando, hablando y volviendo a hablar. Denunciando.  Contestando. Visibilizando.

La palabra feminismo tiene una carga negativa tan fuerte porque interesa que la tenga. Si no molestara, nadie se habría parado nunca a criminalizar, desprestigiar y subestimar una lucha que sólo busca respeto, igualdad y dignidad. Un elevadísimo porcentaje de la población española, lo único que sabe sobre feminismo es que a veces salen en la tele unas “mujeres con el pecho al aire y letras negras escritas en su cuerpo, siendo detenidas por la policía porque dan mucha guerra en ciertos eventos”.

En el colegio no nos hablan de feminismo. Tampoco en la Universidad. Mucho menos en el trabajo o en los medios de comunicación. Ser feminista es el resultado de mucha auto-crítica, de mucha lectura, de mucho debate, de mucha reflexión… Es un proceso tanto de aprendizaje como de des-aprendizaje muy duro por el que millones de personas no están dispuestas a pasar. Es más fácil callarse, dejar las cosas como están y conformarse con lo que nos viene dado. Pero, afortunadamente, cada vez hay más gente dispuesta a cambiarlo todo.

– ¿Cómo puede un hombre que reconoce los privilegios que le da el sistema y que es consciente de la desigualdad entre hombres y mujeres ayudar o aportar a la lucha feminista?

Utilizando su posición por visibilizar y denunciar. Como publiqué hace unos días, desgraciadamente, una opinión de un hombre (especialmente en ciertos ambientes) vale más que la nuestra. (https://www.facebook.com/notelotomescomoalgopersonal/photos/a.566583830100937.1073741829.528245883934732/1574604079298902/?type=3&theater) Aunque digan lo mismo o menos. Así que es esencial que la aprovechen, que la utilicen. Que paren los chistes machistas de sus grupos de Whatsapp. Que llamen la atención a sus familiares cuando hagan comentarios fuera de lugar. Que apoyen a sus compañeras de trabajo cuando denuncien realidades con las que conviven. Que utilicen su voz y su altavoz y, sobre todo, que lo utilicen bien.

Y por último,

-¿Un sueño viajero para este año?

¡Japón  y Birmania!

-¿Y un sueño feminista?

Que algún día mi página de Facebook (https://www.facebook.com/notelotomescomoalgopersonal/) desaparezca, por innecesaria.

 

Muchas gracias por esta entrevista Carlota. Seguimos en la lucha!

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