Dejamos atrás Uyuni y la magia de su salar para dirigirnos a Potosí. La verdad que cuando entramos a Bolivia sólo teníamos claro que queríamos conocer el salar de Uyuni, más allá, este país era una gran incógnita para nosotros. Así que hicimos lo mejor que se puede hacer en estos casos. Preguntar, y seguir las recomendaciones tanto de locales como de otros viajeros. Siguiendo esta norma, pusimos rumbo a la Villa Imperial de Potosí. Así, con renombre. Y fundamentalmente eso es lo que nos hemos encontrado, un sitio señorial, de antiguas construcciones coloniales. Un lugar cuyo nombre brilló con letras de oro plata hace unos cientos de años.
Un poco de historia… Allá por 1545, los españoles tomaron posesión del Cerro Rico de Potosí, tras el hallazgo de plata en dicha montaña. Así pues, se empezó a extraer el mineral de la que todavía hoy, es la mina de plata más grande del mundo. El imperio español extrajo tanta plata, dicen, como para construir un puente de este mineral entre la ciudad de Potosí y Madrid. Ahí es nada! Como no, con trabajo y mano de obra indígena e incluso esclavos traídos de África. De todo esto nos enteramos en la Casa de la Moneda. El antiguo lugar donde se daba forma y se acuñaban las monedas, con la plata que se extraía de la mina. Una visita totalmente recomendable donde comprender un poco más de la ciudad y su papel en la historia.

Tras unos días en la ciudad, pusimos rumbo a Sucre, la ciudad blanca. Llegamos con ganas de trekking, pero las lluvias no nos dejaron conocer los alrededores de la ciudad. Así que pasamos nuestros días paseando la capital boliviana (si si, como lo oyes, la capital de Bolivia no es la Paz, sino Sucre!). Recorrimos sus calles, subimos a su mirador, descansamos en un bonito hostal… Y también conocimos la Casa de la Libertad. Un antiguo edificio jesuita, que fue universidad durante la época colonial y donde se firmó, tras 15 años de guerra en Bolivia, la declaración de independencia en 1825. Un lugar lleno de historia donde comprender un poco mejor la reconstrucción del país tras la colonización. Muchos países en Sudamérica lograron la independencia en pocos años de guerra, no así Bolivia, donde fueron 15 años! Esto se debió principalmente a la cantidad de recursos que se extraían de la mina de Potosí, lo que permitió a los españoles financiar la guerra durante mucho más tiempo.
Para nosotros, la Casa de la Libertad es un imperdible de la ciudad, donde te contarán esto y mucho más acerca de la fundación de la capital, la declaración de independencia, personajes destacados de las guerrillas como Juana Azurduy, y los diferentes gobiernos del país hasta la actualidad.

En Potosí y Sucre es donde empezamos a conocer este país. Tan diferente a todo lo que habíamos visto hasta el momento en el viaje. ¿Qué más sorpresas nos esperan en Bolivia?
Recomendaciones Potosí
- Nos hemos alojado en el Hostal La Casona. Un bonito edificio colonial, con habitaciones privadas a 100bs~11€ con baño compartido y desayuno incluido.
- La principal atracción de la ciudad, junto con la Casa de la Moneda, es el tour a la mina. La mayoría, por no decir toda la gente que viaja a Potosí hace esta visita, y nosotros nos lo estuvimos planteando. Pero sinceramente, no nos pareció moralmente correcto. Un tour que consiste en ver a gente trabajar, deslomándose, en condiciones muy extremas... para ir y hacer alguna foto.... Es cierto que gente que lo ha hecho nos dice que es por conocer esa realidad desde dentro... pero nosotros no lo vimos claro, así que opiniones para todos los gustos!
- Potochi. Un pequeño restaurante donde comer rico y barato. Comida boliviana con un toque diferente.
- Nosotros no lo hemos visto, pero nos han recomendado un documental boliviano llamado "La mina del diablo". Quizá para tener otra visión del Cerro Rico y el trabajo en la mina.
Recomendaciones Sucre
- Nos hemos alojado en el Hostal 7 Patas. Hasta el momento uno de los mejores hostales en el que hemos estado. Una cocina con toda la equipación, sala de estar y habitaciones privadas a 100bs~11€ con baño compartido.
- Pasear, pasear y pasear. Nosotros estuvimos 4 días y no nos cansamos de esta bonita ciudad. Cerca del mirador hay unas callejuelas con nombres felinos, muy parecidas a blancas calles andaluzas.
- Nos quedamos impresionados con el Mercado de Sucre. Comida a muy buen precio, donde podías encontrar de todo! Y la mejor fruta que hemos probado: papaya, chirimoya, mango... delicia!
- A parte de comer en sitios locales, y cocinarnos en el hostal, en Sucre encontramos un bonito restaurante italiano que se llama Papavero. Menú a 28bs ~3,3€.
Me esta encantando vuestro periplo y lo comentais tan bien que es un «poquito » disfrutarlo también. Besos
Muchas gracias mamá! Esa es la idea, que desde casa podáis “viajar con nosotros”. ;D Un beso.